miércoles, 14 de mayo de 2014

Isabel Besora: la Pastoreta de Reus

Hace mucho, mucho tiempo, a finales del siglo XVI, Reus era una ciudad tan pequeña que cabia toda dentro de las murallas, lo que hoy conocemos como "el tomb de ravals".
En aquella época la mayoría de la gente era muy sencilla, trabajaba muchas horas y tenia poco tiempo para descansar i eso hacia que muy a menudo se pusiera enferma.
En el año 1592 la peste se había propagado por toda la ciudad. Se contagiaba con facilidad y casi todo el mundo tenia un familiar, un amigo o una persona conocida y querida que la había cogido y se había muerto. Se vivía en un ambiente de tristeza y abatimiento.
 
La protagonista de esta historia es una joven pastora, llamada Isabel Besora nacida en Reus sobre el 1575 y más conocida como "La Pastoreta".
Cada día pasturaba su rebaño en las afueras de la ciudad, dónde la hierba era más fresca.
 
Monumento La Pastoreta dedicado a Isabel Besora, Reus
Mientras vigilaba las cabras y las ovejas, iba rezando a la Verge de Misericòrdia para que se acabara la peste, y Reus volviera a ser una ciudad normal.
Un día, la pastoreta cuando estaba con su rebaño, se le apareció la mismísima Mare de Déu de Misericòrdia, que le dijo que le comunicara a la gente de Reus que si encendía un cirio tan largo como toda la muralla en la iglesia de Sant Pere, desaparecería la peste.
Toda emocionada, la Pastoreta fue corriendo a ver a los miembros del consejo de gobierno para explicarle lo que le había sucedido. Ellos no la creyeron y no le hicieron caso. 
 
La joven entristecida, volvió al mismo lugar dónde se le apareció la Virgen, que volvió a aparecer delante de la Pastoreta, se le acercó y al tocarle la mejilla le dejó gravada una Rosa roja como testimonio de sus palabras
 
Esta vez ,con esa prueba tan evidente, las autoridades si que la creyeron y hicieron hacer que una candela tan larga como la muralla, quemara hasta el altar mayor de la Prioral. Y la peste desapareció.
 

                                                                     
Santuari Mare de Déu de Misericordia, Reus
En el lugar donde la Virgen se le apareció a la pastoreta, se construyó una ermita la cual hoy en día es el Santuari de la Mare de Déu de Misericòrdia, patrona de la ciudad de Reus.


Bandera de Reus
 


 
 
 

jueves, 8 de mayo de 2014

Casas Colgadas


Esta leyenda transcurre en las “Casas Colgadas” en la ciudad de Cuenca.

Casas Colgadas, Cuenca
Están formadas por dos casas: “La Casa del Rey” que en la actualidad es el Museo de Arte Abstracto y “La casa de la Sirena” en la actualidad Mesón.
De origen incierto, se tiene constancia de su existencia ya en el siglo XV.


Situémonos durante los tiempos de Pedro I "el Cruel" y la guerra contra y su hermano bastardo, el príncipe Enrique de Trastamara, entre los años 1366 y 1369.

El infante Enrique de Trastámara visitó la ciudad para agradecer a sus gentes el apoyo prestado en sus continuas guerras contra su hermano, el ahora Rey de Castilla Pedro I.  El cortejo avanzó lentamente por las callejuelas del casco antiguo.

Enrique se encaprichó de una joven muy hermosa y envió a sus criados a buscarla para conocerla. Ella era Doña Catalina, hija de familia pobre y su padre la convenció para que accediera a los deseos del príncipe, como medio de que la pobreza abandonara el hogar de la familia.

Puente San Pablo, Cuenca

Al cabo de un tiempo de encuentros, Catalina quedó embarazada.
 
Don Enrique tuvo que partir para continuar con la guerra contra su hermano. Antes decidió dar la orden de que doña Catalina y su futuro hijo quedaran recluidos en la casa que habitaban sin poder abandonarla.
Tras vencer a su hermanastro Pedro I el Cruel,  Enrique es proclamado rey de Castilla y contrae matrimonio con Juana, con la que tiene un hijo, Juan, destinado a ser el futuro rey. Ya había olvidado su anterior amor por doña Catalina y al hijo que dejó con ella, Gonzalo Enríquez.

Casas Colgadas, Cuenca
Pasó el tiempo y el rey temeroso de que se descubriera su secreto, acudió a un hechicero que le pronosticó que su hijo bastardo con Catalina se convertirá en el mayor enemigo de su hijo mayor y heredero, el príncipe Juan, al que le disputará la corona.  Entonces el rey Enrique envía soldados a Cuenca para capturar al niño, que vive con su madre en las Casas Colgadas, en la que hoy se llama Casa de la Sirena.

De nada sirvieron las súplicas y lamentos de Doña Catalina. Los soldados capturaron al niño.

Y cuenta la leyenda que durante muchas semanas se oía a la desconsolada madre llamar a su hijo desde las ventanas que dan a la hoz…Y de cómo, presa de la locura, una noche que no pudieron agarrarla se precipitó al vacío.

Aun así hay quien dice que durante muchos años se siguieron oyendo sus lamentosos “ays” que recordaban al canto triste de una sirena…

Hoz del Huécar, Cuenca

 

lunes, 5 de mayo de 2014

La Sirenuca

La leyenda habla de una hermosa joven de piel blanca, increíble finura y muy jovial que tenía la arriesgada afición de recorrer los acantilados cántabros para recoger los más ricos mariscos.
Su madre, harta de que la desobedeciera para ir a los acantilados , un día, en un arrebato de ira maldijo su tozudez y gritó: "Permita Dios que te vuelvas pez". 
En su siguiente escapada, mientras cantaba sus dulces melodías, fue arrastrada por un golpe de mar y se convirtió de inmediato en la más bella sirena del Cantábrico, la Sirenuca. Desde entonces, alerta con su canto a los marineros de que se acercan peligrosamente a los acantilados.
 
 
 
Sirena Palacio de la Magdalena, Santander
 
 
La Sirenuca, es una de las pocas sirenas completamente buenas de la mitología europea.
 
 
Se dice que las sirenas son malas y perversas, pero las sirenas de Cantabria son seres encantadores.
 
Es verdad que se enfadan cuando algún marinero canta o silba, pues piensan que se están burlando de sus cantos. Cuando sucede esto, muchas de ellas se unen nadando y forman remolinos alrededor de los barcos para asustar a los marineros.
 
             
Son mitad mujer mitad pez, como los tritones. La diferencia es que ellas siempre han vivido en el mar.
El marinero que captura una sirena (es muy difícil), recibe un premio de Lantarón*: el derecho a casarse con ella. 
El pescador debe besar en seguida a la sirena, y su cola se transforma en dos hermosas piernas. La sirena le hace entrega de su espejo de nácar, que el pescador debe esconder para que ella no lo encuentre, porque si lo encontrara, el hechizo se rompería y ella regresaría al mar.
 
Antiguamente los marineros, llegaban a confundir en días nublosos a mamíferos marinos como las focas o los delfínes con sirenas.


*Es el Neptuno cántabro 

viernes, 2 de mayo de 2014

El tesoro de Tamarit

 El castillo de Tamarit, esta situado a la orilla del mar Mediterráneo, en el termino municipal de Tarragona, en la cuenca del Gaià, donde durante la reconquista se levantó una cuarentena de fortificaciones y castillos. 
El castillo tenía la función defender la costa de piratas berberiscos y otomanos. En el siglo XIV, sus propietarios elevaron la muralla que rodea la fortificación y la antigua villa.


Dice la leyenda que en uno de los ataques piratas de los siglos XV-XVII,  el castillo de Tamarit fue ocupado.
Los piratas vieron en el puerto el desembarque de marineros catalanes, y se apresuraron a abandonar la fortaleza y huyendo escondieron una parte considerable de su rico botín que no podían llevarse.
Dejaron un cofre con sus joyas, no se sabe si en uno de los pasadizos secretos del castillo, o en su jardín, o en el bosque que lo rodea. Esperaban poder volver para recuperarlo. Sin embargo sus ataques posteriores fracasaron y los piratas se vieron obligados a marcharse.
Volvieron varias veces, pero no consiguieron apoderarse del castillo que defendían los vecinos de la villa de Tamarit.
Entonces los piratas intentaron volver al castillo "de modo pacífico y astuto" disfrazados de comerciantes y monjes, pero fueron reconocidos y capturados. Durante sus interrogatorios se reveló la historia del tesoro escondido, pero ninguno de ellos podía indicar el lugar preciso. Pues ellos juraban que aquel pirata que conocía todos los datos exactos logró escapar.

Todavía no se sabe, si el pirata pudo recuperar, sus joyas, o el cofre del pirata lo hallaron sus cómplices, o los habitantes del castillo.
 
También se dice que sigue escondido en el mismo lugar secreto.
 

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